Síntesis del Cap. III La Enfermedad de la Angustia del Libro Iniciación y Realización Espiritual de R. Guénon.

Dado que los occidentales no tienen idea de lo que es la Verdadera Metafísica, Guénon explica: 1° que no tiene nada que ver con la inquietud y la angustia, y 2° que amerita analizar las conexiones indebidas con el dominio de la Metafísica.

Estas dos palabras, inquietud y angustia, van dirigidas a los sentimientos de la época actual, sin embargo, es menester conceptualizar de manera correcta y además, estos dos sentimientos son perfectamente comprensibles y justificables, dadas las características del desorden mental de la época moderna.

La intrusión de los dos conceptos en el dominio de la Metafísica, inquietud y angustia, muestran que el mal es más profundo en realidad, y que ahí debe haber algo que se relaciona con todo el conjunto de la desviación mental del mundo de hoy.

Tanto los agnósticos como los pragmáticos, no buscan Verdades Trascendentes. El 1ro por reconocerse incapaz de llegar a la verdad y cesa la búsqueda, y los 2dos, por no encontrar verdades aplicables, tampoco buscan verdades trascendentes.

Tanto el sentimiento de inquietud, y el de angustia, están relacionados, uno y el otro, tienen su raíz común en la ignorancia.

La angustia, para Guénon, es una forma crónica del miedo. Los miedos son un punto fundamental a superar, ya que limitan el avance en el Camino Espiritual.

Una razón fundamental para la existencia del miedo, es la ignorancia, la cual solo se disipa con el Conocimiento. Solo se reconoce en el exterior, lo que está de una u otra manera, dentro, en el interior. Todo conocimiento implica esencialmente, una identificación.

El miedo no puede ser causado por la soledad o el aislamiento.

La angustia no es un simple sentimiento pasajero de miedo, al convertirse en crónico se le puede considerar una verdadera enfermedad.

Mientras no se supere el desorden psíquico, ello constituye una descualificación con respecto al Conocimiento Metafísico.

El Conocimiento es el único remedio definitivo contra la angustia, así como contra el miedo bajo todas sus formas, y contra la simple inquietud, puesto que estos sentimientos no son sino consecuencia o producto de la ignorancia, y puesto que a consecuencia del Conocimiento, desde que se alcanza, quedan destruidos enteramente en su raíz misma y vueltos en adelante imposibles, mientras que, sin él, incluso si son apartados momentáneamente, siempre pueden reaparecer al hilo de las circunstancias.

Si se trata del conocimiento por excelencia, este efecto repercutirá necesariamente en todos los dominios inferiores, y así estos mismos sentimientos desaparecerán también al respecto de las cosas más contingentes.

Como en todos los males de los que sufre el mundo moderno: el verdadero remedio no puede venir más que de arriba, es decir, por una Restauración de la Pura Intelectualidad; mientras se busque remediarlos por abajo, es decir, contentándose con oponer unas contingencias a otras contingencias, todo lo que se pretenda hacer será vano e ineficaz.

Deja un comentario

68 − = 63

Translate »