SOBRE LA FILOSOFÍA Y LA TRADICIÓN INICIATICA

Entre las corrientes de pensamiento que se han encontrado en pugna en la civilización occidental, destacan las conocidas como «idealismo» y «materialismo», con expresiones en los ámbitos filosófico, social y político, entre otros.
Entre los principales representantes del idealismo filosófico, es usual incluir a Platón, Descartes, Leibniz, Kant y Hegel.

Algunas personas que se inician en la Masonería, a veces plantean que estudiar la filosofía de Descartes o la filosofía de Kant sería algo positivo para ascender en los Grados de Conciencia que escalonan el Rito Escoces Antiguo y Aceptado, pero un examen no superficial del asunto debería llevar al rechazo de esta tesis, a pesar de la «espiritualidad» que a primera vista exhiben los escritos en muchas de sus obras, y es oportuno detallar algunas razones para este rechazo.

La filosofía es una «forma de pensamiento» radicalmente diferente, e incluso opuesta en diversos aspectos AL SIMBOLISMO TRADICIONAL INICIATICO, considerado también como una «forma de pensamiento».
El simbolismo propiamente tradicional, como el iniciático, es esencialmente SINTÉTICO e INTUITIVO, mientras que la filosofía con autores que son individuos ubicados históricamente, se expresa con las formas ordinarias de un lenguaje DISCURSIVO, como la razón humana, y esencialmente ANALÍTICO.

La «filosofía» en Occidente toma nacimiento en el Siglo VI AC, y los representantes citados, quizás con la sola excepción de Platón en algunos de sus pasajes, van presentando tesis que no son el resultado de una transmisión en «cadena iniciática», sino especulaciones individuales que entran en conflicto con doctrinas tradicionales que se pierden en la noche de los tiempos.
Por ejemplo Descartes, muy alabado en ciertas organizaciones pseudoiniciaticas, hace un planteamiento DUALISTA respecto a la constitución de los individuos humanos, oponiendo a una parte material, físicamente corpórea, otra parte no material, pero muy vagamente precisada, y eso está en contraste con la constitución TERNARIA tradicional , que ya los iniciados Griegos habían caracterizado usando los términos SOMA, PSYQUE y NOUS. Además, su famoso «pienso, luego existo», hace creer que la facultad PENSANTE en los humanos es suficiente para determinar su existencia, en tanto que la facultad VOLITIVA es jerárquicamente superior a la facultad pensante, estando estas dos elevadas facultades humanas asociadas a las columnas B y J del Templo de Salomón y de nuestras Logias, basadas en los pilares del Árbol de las Vidas o Árbol Sefirotico, pilares que están encabezados por las sefirot Binah y Jojmah respectivamente (representativas de «entendimiento» y «sabiduría»).

Por su parte, Kant afirma que NUESTRA MENTE suministra las condiciones de ESPACIO Y TIEMPO para experimentar objetos, y dice que LA MENTE FORMULA CONCEPTOS…Pero esa «mente» está muy vagamente definida y además, etimológicamente, el término «CONCEPTO» proviene del verbo Latino «CONCIPERE», es decir, «CONCEBIR», y ello implica al concepto, como resultado de la acción de concebir, y así debe ser el resultado de la interacción de DOS agentes. En el Árbol sefirotico, es la interacción de Jojmah y Binah para producir «Daat».
No es del caso analizar detalladamente las a menudo extensas obras escritas por estos filósofos, para dar ejemplos como los anteriores. Para concluir, puede resumirse en lo siguiente: El SIMBOLISMO TRADICIONAL INICIATICO es MAS APTO que el lenguaje para servir de punto de apoyo A LA INTUICIÓN INTELECTUAL Y SUPRARRACIONAL.
El LABERINTO, LA MONTAÑA Y LA CAVERNA, LA CRUZ, cuando son meditados adecuadamente en la Vía Iniciática, proporcionan una visión interior sugerente a nuestro interior, pero difícilmente descriptible en palabras. L.K.B.

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